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Meir Hirsh: ‘Israel no es un Estado judío, es un Estado de sionistas con kipá’

Se sienta enfrente del micrófono y apoya delicadamente una mano sobre la otra. El rabino Meir Hirsh tiene 55 años, pero su pelo entre canoso y desteñido y sus gruesos anteojos le dan un aire de viejo sabio. La imagen es convincente hasta que uno observa sus manos.

 

Delicadas, tersas, sin una arruga o mancha; parecen las manos de un joven. Pero su imagen es lo único que provoca algún interrogante, algún desconcierto; en todo el resto, Meir es categórico, coherente y consecuente.

Ni bien uno se acerca a este rabino, sabe que está en presencia de un líder ultra-ortodoxo especial. Afuera de su casa cuelga un cartel que reza: el sionismo no es judío y debajo, una bandera palestina pintada con aerosol decora la pared del hogar. Meir es el líder de Natorei Karta, un movimiento que desde 1935 rechaza energéticamente la creación del Estado de Israel por razones religiosas y aboga por volver a la Palestina histórica, una Palestina unida. «El judaísmo es anti sionista. De hecho el judaísmo se define determinante en contra del sionismo. El judaísmo es lo más opuesto a lo que hoy se conoce como el sionismo», sostuvo el rabino ante Radio Muqawama, con una voz cansada, como si estuviera diciendo una obviedad.

Tan obvio es que su padre, Moshe Hirsh fue ministro de Asuntos Judíos en la Autoridad Palestina cuando Yasser Arafat aún dominaba la política palestina, y hoy es el asesor de Mahmoud Abbas. Además aseguró que mantiene contactos con Hamas y varias ONG palestinas. «Nosotros no somos un cuerpo político, por eso podemos estar con todos en un lenguaje de paz», explicó. Su compromiso es total. Prueba de ello es que una delegación de Naturei Karta viajó a la Franja de Gaza después de la invasión Israelí de diciembre de 2008 y enero 2009 para llevar su apoyo, alimentos y medicamentos.

El mayor desafío para este rabino, que se rodea de bibliotecas con libros en arameo, el idioma que hablaba Jesucristo, es explicarles a los israelíes, al mundo y a todo aquel que lo quiera escuchar que el sionismo no es una ideología compatible con los valores del judaísmo.

«El sionismo tomo al pueblo judío después de 2000 años en el exilio y los convencieron de que ellos vienen a salvar al pueblo judío. En resumen, agarran al pueblo, le lavan el cerebro, le dicen que ellos son el mesías, ellos son la salvación y en el momento en que establezcan un estado, aquí en Palestina, el pueblo judío se va olvidar de sus problemas. La gente no piensa, no sabe. Introdujeron a todo el pueblo judío en un remolino. Eso es el sionismo, un remolino que los atrapa a todos y los termina metiendo en un agujero», aseguró.

En medio de la entrevista, el rabino se toma un segundo y hace una distinción entre lo que el mundo conoce como los ortodoxos en Israel y los territorios palestinos ocupados. Por un lado están los «verdaderos ortodoxos» que son los que continúan rechazando el servicio militar, los subsidios del Estado y cualquier forma de integración real a la sociedad moderna israelí. «Entre la comunidad ortodoxa todos se ayudan entre sí, no estamos desconectados», sostiene Meir, en relación a los ortodoxos que, aunque no participaban del Estado israelí, tampoco lo rechazan.

El distanciamiento aparece con los llamados ortodoxos nacionalistas , también conocidos como hardalim: «En cuanto a los grupos sionistas, como los colonos que viven en los territorios palestinos ocupados, el judaísmo no les dice nada. Nosotros no los vemos como judíos, ellos son sionistas con kipá, pero eso no les atribuye absolutamente nada del judaísmo –y luego agregó- No, obviamente, no mantenemos ninguna relación con los colonos. Nosotros estamos en contra, como estamos en contra de los sionistas, de la misma forma estamos en contra de los colonos.»

La filosofía de Meir es aún minoritaria. Cada vez más jóvenes miembros de las comunidades ortodoxas en Israel se suman al Ejército y más tarde asumen una posición nacionalista, a veces ultra-nacionalista, dentro de la sociedad. Pero Meir le quita dramatismo. Ni estos jóvenes «son verdaderamente ortodoxos» ni el sionismo triunfará. «El sionismo prometió seguridad y, ¿donde está la seguridad? Con toda la fuerza que tienen, con el ejército más moderno, con las armas más modernas…al final no ayudan en nada», sostuvo.

Rodeado de libros escritos hace cientos de años, algunos inclusivo hace dos milenios, el rabino Hirsh sabe que todo lleva su tiempo, que cuando los valores y las creencias están claros, eventualmente la gente, en este caso los judíos, reaccionarán. «El sionismo, de acuerdo a la Tanah, no tiene derecho a existir. La verdad es que existe hace más de 63 años, pero de acuerdo a la Tanah, el estado sionista va en camino a desaparecer», dijo confiado y lleno de paciencia. Él probablemente no lo verá, pero tiene fe en que sus hijos, que mientras él habla ayudan a su madre en la cocina, podrían ser testigos privilegiados de ello.

Centro de Información Alternativa (AIC), Jerusalén.

 

Fuente  :     Palestinalibre.org

 

 

La falsedad del Holocausto en 10 puntos

 

Por que el holocausto judío durante la segunda guerra mundial es una farsa???
Manipulación???

 

 

La verdad sobre el Holocausto:Tour por Auschwitz

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Un gran rabino denuncia el sionismo

 

 

La verdad del Sionismo

 

 

Como los sionistas dividen y conquistan – David Duke (Subtitulado Español)

 

 

Judíos, masones y jesuitas niegan las conspiraciones que les atribuyen

Tres representantes de las dos religiones monoteístas y de las sociedades librepensadoras debaten sobre las «falsas verdades» difundidas a lo largo de la historia sobre su forma de proceder

Masones, judíos y jesuitas, un cóctel no apto para personas suspicaces, debatieron ayer en el club DIARIO de MALLORCA sobre las teorías de la conspiración que se les han atribuido a lo largo de la historia aprovechando la actualidad que ha cobrado esta cuestión tras la publicación de la última novela de Umberto Eco, El cementerio de Praga. Y la conclusión a la que llegaron es que no existieron tales conspiraciones, que simplemente fueron objeto de una mala e interesada interpretación de su forma de proceder, en muchas ocasiones adelantada a su tiempo.
Camilo José Cela Conde, profesor de Evolución Humana en la UIB y director de la Cátedra de las Tres Religiones, moderó el debate abriéndolo con una constatación: la percepción de la gente de que las cosas ocurren no porque sí sino porque hay algo detrás, no es exclusiva de ningún pueblo en concreto, sino de la humanidad en su conjunto. Así, reveló que la etnia africana azande es de la opinión de que ni existe el azar ni la mala suerte; que si enfermas, lo más probable es que alguien haya envenenado tu agua o tus alimentos.
Tras esta apreciación invitó a los contertulios a que desmontaran las teorías conspirativas que se han atribuido a sus grupos a lo largo de la historia.
Abrió el fuego Abraham Barchilón, abogado y ex vicepresidente de la comunidad judía en Balears, que calificó la última novela del famoso semiólogo italiano como «una sinfonía maligna». Y recalcó que sería impensable que los judíos, si manejasen la economía y al Pentágono como se les acusa, hubieran sufrido tantas persecuciones como han tenido. «Sobre unos hechos nunca probados, se ha montado una teoría de la conspiración que ha servido a los gobernantes para disimular su incompetencia», zanjó.
Antoni Blanch, jesuita y catedrático emérito de Literatura Comparada de la Universidad Pontificia de Comillas, tras confesar su admiración por Eco –quizá porque los jesuitas quedan menos malparados en su novela– hizo un repaso a las «maldades» atribuidas a los jesuitas a lo largo de la historia cuando, dijo, su labor ha sido inestimable en todos los continentes y han extendido una forma de entender la religión más libre y lúcida. «Tenían miedo de que los jesuitas traicionaran el dogmatismo de la fe y somos los más fieles servidores del Papa», recalcó.
Por último, en representación de las logias acudió Mario Martínez, maestro masón de la Gran Logia Simbólica de España, que admitió que Garibaldi fue un acólito de la misma manera que la guerra por la liberación de Sudamérica del colonialismo español estuvo propiciada en buena parte por otro masón, el general San Martín. Y que el coste de esta campaña se sufragó en buena parte con las joyas de mujeres de otros eminentes adeptos a logias masónicas. Pero definió a estas sociedades –de las que negó que fueran secretas, sino tan sólo discretas– como unos movimientos históricos que buscan lograr un cambio social. «Ser masón significa ser librepensador. Y nuestro lema es ´haz lo que quieras, a nadie dañes´. Ya me gustaría que en estos momentos estuviera en marcha una conspiración para mejorar la humanidad», concluyó.

Fuente  :    Diariodemallorca.es

Recuerda…

Masones….

Judios… ( sionistas )

Jesuitas….

 

Lema… Haz lo que quieras…

 

 

PD  :   Mira por ti mismo las evidencias !

NO HAY MAYOR CIEGO QUE EL QUE NO QUIERE VER !

Por qué Israel no puede ser un “Estado judío”

El actual mantra del gobierno israelí es que los palestinos deben reconocer a un “Estado judío”. Por cierto, los palestinos han reconocido clara y repetidamente el Estado de Israel como tal en los Acuerdos de Oslo de 1993 (que se basaron en la promesa israelí de establecer un Estado palestino en un plazo de cinco años, una promesa que se ha desbaratado) y muchas veces desde entonces. Recientemente, sin embargo, dirigentes israelíes han cambiado dramática y unilateralmente los objetivos y ahora claman que los palestinos deben reconocer Israel como “Estado judío”.

En 1946, el Comité Anglo-Estadounidense de Investigación concluyó que la demanda de un “Estado judío” no formaba parte de las obligaciones de la Declaración de Balfour o del Mandato británico. Incluso en el Primer Congreso Sionista de 1897, cuando los sionistas buscaban “establecer un hogar para el pueblo judío”, no hubo ninguna referencia a un “Estado judío”. La Organización Sionista prefirió primero utilizar la descripción “Patria judía” o “Mancomunidad Judía”. Muchos dirigentes sionistas pioneros, como Judah Magnes y Martin Buber, también evitaron el término claro y explícito “Estado judío” para su proyecto de una patria para los judíos, y prefirieron en su lugar el concepto de un Estado democrático binacional.

Hoy en día, sin embargo, las demandas de un “Estado judío” de los políticos israelíes aumentan sin considerar lo que esto pueda significar, y sus partidarios afirman que sería tan natural como calificar a Francia de Estado francés. Sin embargo, si consideramos el tema desapasionadamente, la idea de un “Estado judío” es lógica y moralmente problemática por sus implicaciones legales, religiosas, históricas y sociales. Por lo tanto hay que explicar las implicaciones del término, y estamos seguros de que una vez que se haga, la mayoría de la gente –y la mayoría de los ciudadanos israelíes, esperamos– no aceptará esas implicaciones.

Numerosas implicaciones

En primer lugar, digamos que la confusión surge de inmediato en relación con este tema porque el término “judío” puede aplicarse tanto a la antigua raza de los israelitas y sus descendientes, así como a los que creen en la religión judía y la practican. Generalmente se sobreponen, pero no siempre. Por ejemplo, algunos judíos étnicos son ateos y hay personas convertidas al judaísmo (dejando de lado el tema de si son aceptados por gente como los judíos ultra-ortodoxos) que no son judíos étnicos.

Segundo, también podemos sugerir que el hecho de que una nación Estado moderna se defina por una etnia o una religión es de por sí problemático –si no inherentemente contradictorio– porque la nación Estado moderna como tal es una institución temporal y cívica, y porque ningún Estado en el mundo es –o puede ser en la práctica– étnico o religiosamente homogéneo.

Tercero, el reconocimiento de Israel como “Estado judío” implica que Israel es, o tendría que ser, o una teocracia (si aplicamos la palabra “judío” a la religión del judaísmo) o un Estado de apartheid (si aplicamos la palabra “judío” al origen étnico judío), o ambas cosas, y en todos estos casos, Israel ya no sería una democracia, lo que precisamente ha sido el orgullo de la mayoría de los israelíes desde la fundación del país en 1948.

Cuarto, por lo menos uno de cada cinco israelíes –un 20% de la población según el Buró Central de Estadísticas de Israel– es étnicamente árabe (y en su mayoría musulmanes, cristianos, drusos o baha’ís), y el reconocimiento de Israel como “Estado judío” como tal convertiría automáticamente a un quinto de la población en extranjeros en su propia tierra nativa y abriría la puerta a que se los relegue legalmente, de un modo extremadamente antidemocrático, a ciudadanos de segunda clase (o tal vez incluso a que sean despojados de su ciudadanía y otros derechos), algo que nadie, mucho menos un dirigente palestino, tiene derecho a hacer.

Quinto, reconocer un “Estado judío” como tal en Israel significaría desde el punto de vista legal que mientras que los palestinos ya no tendrían derechos de ciudadanos, cualquier miembro de la judería mundial afuera de Israel (tal vez hasta 10 millones de personas), tendría derecho a plenos derechos de ciudadano en el país, no importa dónde se encuentre actualmente en el mundo y sin tener en cuenta su actual nacionalidad. Por cierto, Israel admite públicamente que no posee el país en beneficio de sus ciudadanos sino que lo posee para siempre, en fideicomiso, por cuenta de los judíos del mundo. Es algo que sucede en la práctica, pero que obviamente no es considerado como justo por los palestinos en los territorios ocupados –incluida Jerusalén– en especial ya que son constantemente desalojados de su patria ancestral por Israel para hacer sitio para colonos judíos extranjeros, y porque niegan el mismo derecho a retornar y vivir a los palestinos de la diáspora.

Sexto, significa que incluso antes de que comiencen las negociaciones sobre el estatuto final, los palestinos habrían renunciado a los derechos a la repatriación o a la compensación de unos 7 millones de palestinos en la diáspora; 7 millones de palestinos descendientes de los palestinos que en 1900 vivían en Palestina histórica (es decir lo que es actualmente Israel, Cisjordania incluido Jerusalén, y Gaza), que en esos días eran hasta 800.000 de sus 840.000 habitantes; y que fueron expulsados de su país por la guerra, la expulsión violenta o el miedo.

Séptimo, reconocer un “Estado judío” en Israel –un Estado que pretende anexar todo Jerusalén, Este y Oeste, y que llama a Jerusalén su “capital eterna, indivisible” (como si la ciudad, o incluso el mundo en sí, fueran eternos; como si realmente estuvieran indivisos, y como si actualmente estuvieran reconocidos por la comunidad internacional como capital de Israel), significa ignorar completamente el hecho de que Jerusalén es tan sagrada para 2.200 millones de cristianos y 1.600 millones de musulmanes, como para entre 15 y 20 millones de judíos en todo el mundo.

En otras palabras, sería privilegiar al judaísmo por sobre las religiones del cristianismo y del Islam, cuyos adherentes comprenden en conjunto un 55% de la población del mundo. Desgraciadamente se trata de una narrativa propagada incluso por el reputado autor judío y Premio Nobel Elie Wiesel, quien, el 15 de abril de 2010, colocó anuncios de página completa en The New York Times y en The Washington Post y afirmó que Jerusalén “se menciona más de seiscientas veces en la Sagrada Escritura, y ni una sola vez en el Corán! No nos proponemos hablar en nombre de los palestinos árabes cristianos nativos –excepto para decir que Jerusalén es de modo bastante obvio la ciudad de Jesucristo el Mesías– pero como musulmanes creemos que Jerusalén no es la “tercera ciudad más sagrada del Islam” como se afirma a veces, sino simplemente una de las tres ciudades sagradas del Islam. Y, por cierto, a pesar de lo que parece creer el señor Wiesel, Jerusalén ciertamente se menciona en el Sagrado Corán en Surat al-Isra’ (17:1):

“Glorificado sea Quien transportó a Su Siervo durante la noche, desde la mezquita sagrada de La Meca a la mezquita lejana de Jerusalén cuyos alrededores bendijimos, para mostrarle algunos de Nuestros signos. Él es Omnioyente, Omnividente” (al-Isra’ 17:1).

Además, si los musulmanes quisieran adoptar una narrativa similar, religiosamente exclusiva, podrían señalar que aunque Jerusalén se menciona 600 veces en la Biblia, no se menciona ni una sola vez como tal en la Torá, un hecho que cualquier concordancia bíblica confirmará fácilmente. Por cierto, sin embargo, reconocemos la importancia del país de Israel en la religión del judaísmo –incluso se menciona en el Corán, 5:21– solo pedimos que el gobierno israelí sea recíproco con esa cortesía y permita que los musulmanes hablen por sí mismos al expresar lo que consideran, y siempre han considerado, sagrado para ellos.

Existe otro motivo, más serio que los siete mencionados anteriormente, por el cual los dirigentes palestinos –y por cierto ninguna persona responsable– no pueden reconocer a Israel como “Estado judío”. Tiene que ver con la Alianza de Dios en la Biblia con los antiguos israelitas sobre la promesa de una patria para los judíos. Dios dice a Abraham en la Biblia:

“En aquel día hizo Jehová un pacto con Abram diciendo: A tu simiente daré esta tierra desde el río de Egipto hasta el río grande, el río Eufrates; 19 Los Cineos, y los Ceneceos, y los Cedmoneos, 20 y los Hetheos, y los Pherezeos, y los Raphaitas, 21 Y los Amorrheos, y los Cananeos, y los Gergeseos, y los Jebuseos.”

Los antiguos israelitas van entonces y poseen esa tierra en los tiempos de Moisés, por comando de Dios, como sigue:

1 CUANDO Jehová tu Dios te hubiere introducido en la tierra en la cual tú has de entrar para poseerla, y hubiere echado de delante de ti muchas gentes, al Hetheo, al Gergeseo, y al Amorrheo, y al Cananeo, y al Pherezeo, y al Heveo, y al Jebuseo, siete naciones mayores y más fuertes que tú; 2 Y Jehová tu Dios las hubiere entregado delante de ti, y las hirieres, del todo las destruirás: no harás con ellos alianza, ni las tomarás á merced. (Deuteronomio 7:1-2)

1 OYE, Israel: tú estás hoy para pasar el Jordán, para entrar á poseer gentes más numerosas y más fuertes que tú, ciudades grandes y encastilladas hasta el cielo, 2 Un pueblo grande y alto, hijos de gigantes, de los cuales tienes tú conocimiento, y has oído decir: ¿Quién se sostendrá delante de los hijos del gigante? 3 Sabe, pues, hoy que Jehová tu Dios es el que pasa delante de ti, fuego consumidor, que los destruirá y humillará delante de ti: y tú los echarás, y los destruirás luego, como Jehová te ha dicho. 4 No discurras en tu corazón cuando Jehová tu Dios los habrá echado de delante de ti, diciendo: Por mi justicia me ha metido Jehová á poseer esta tierra; pues por la impiedad de estas gentes Jehová las echa de delante de ti. (Deuteronomio, 9:1-4;)

La suerte de muchos de los habitantes originales es entonces la siguiente:

21 Y destruyeron todo lo que en la ciudad había; hombres y mujeres, mozos y viejos, hasta los bueyes, y ovejas, y asnos, á filo de espada. (Josué, 6:21;)

Y esto continúa aún más tarde en el tiempo, como sigue:

1 Y SAMUEL dijo a Saúl: Jehová me envió a que te ungiese por rey sobre su pueblo Israel: oye pues la voz de las palabras de Jehová. 2 Así ha dicho Jehová de los ejércitos: Acuérdome de lo que hizo Amalec a Israel; que se le opuso en el camino, cuando subía de Egipto. 3 Ve pues, y hiere a Amalec, y destruiréis en él todo lo que tuviere: y no te apiades de él: mata hombres y mujeres, niños y mamantes, vacas y ovejas, camellos y asnos.  (1 Samuel, 15:1-3;)

Por cierto es muy fácil escoger a gusto citas de la Sagrada Escritura que permiten u ordenan violencia. Uno podría citar, fuera de contexto, versos como el “verso de la espada en el Sagrado Corán:

Cuando hayan transcurrido los meses sagrados, matad a los paganos dondequiera que les encontréis. ¡Capturadles! ¡Sitiadles! ¡Tendedles emboscadas por todas partes! Pero si se arrepienten, hacen la oración y dan el zakat, entonces ¡dejadles en paz! Dios es indulgente, misericordioso (At-Tawba 9:5).

Uno incluso podría citar versos –de nuevo fuera de contexto– de las propias palabras de Jesucristo en los Evangelios, como sigue:

“Y también a aquellos mis enemigos que no querían que yo reinase sobre ellos, traedlos acá y decapitadlos delante de mí”. (Lucas, 19:27;)

«34. No penséis que he venido para traer paz a la tierra; no he venido para traer paz, sino espada.” (Mateo, 10:34;)

¿Democracia o Estado judío?

A pesar de todo, sigue siendo verdad que en el Antiguo Testamento Dios ordena que el Estado judío en la tierra de Israel surja a través de la guerra y del desposeimiento violento de los habitantes originales. Además, esta orden tiene sus raíces en la Alianza de Dios con Abraham (o más bien “Abram” en esa época) en la Biblia y por lo tanto forma uno de los dogmas cruciales del judaísmo como tal, por lo menos como lo comprendemos. Nadie puede culpar a los palestinos y a los descendientes de los antiguos cananeos, jebuseos y otros que habitaban el país antes que los antiguos cananeos (como lo muestra la propia Biblia) por un poco de inquietud respecto a lo que el reconocimiento de Israel como “Estado judío” significa para ellos, en particular para ciertos judíos ortodoxos y ultraortodoxos. Nadie puede culpar a los palestinos por preguntar si el reconocimiento de Israel como “Estado judío” significa reconocer la legitimidad de la guerra ofensiva contra ellos por parte de Israel para arrebatarles lo que queda de Palestina.

No hace falta decir que esto ocurre con un trasfondo en el cual el movimiento de colonos israelíes se apodera cada día de más tierras en Cisjordania y Jerusalén (actualmente hay 500.000 colonos judíos solo en Cisjordania) -ayudados, instigados y empoderados por el actual gobierno israelí– y expulsa u obliga a irse a más y más palestinos, de tantas maneras diferentes que necesitaríamos volúmenes para describirlas. Además, hay informes creíbles de que a pesar del acuerdo casi universal en los textos rabínicos a través de los tiempos de que a pesar de que el comando divino de matar a los amalecitas fue un incidente histórico único y aislado que se aplicaba solo a la raza de los antiguos amalecitas, existe ahora, en ciertas escuelas religiosas en Israel, gente que establece paralelos entre los palestinos de la actualidad y los antiguos amalecitas y sus semejantes (era aparentemente la opinión del rabino Mordechai Eliyahu, ex rabino jefe de Israel; vea también, por ejemplo el artículo de Shulamit Aloni ‘Murder Under the Cover of Righteousness’, CounterPunch, 8-9 de marzo de 2003).

En breve, el reconocimiento de Israel como “Estado judío” en Israel no es lo mismo que, digamos, el reconocimiento actual de Grecia como “Estado cristiano”. Involucra en el propio Antiguo Testamento una Alianza entre Dios y un Pueblo Elegido respecto a una Tierra Prometida que debería tomarse por la fuerza a costa de otros habitantes del país y de no judíos. Esa idea no se encuentra en otras religiones que conocemos. Además, incluso voces seculares y progresistas de Israel, como el ex presidente de la Corte Suprema, Aharon Barak, comprenden el concepto de un “Estado judío” como sigue:

“El Estado judío es el Estado del pueblo judío… es un Estado al cual todo judío tiene derecho a retornar… un Estado judío deriva sus valores de su patrimonio religioso, la Biblia es el libro básico de sus libros y los profetas de Israel constituyen la base de su moralidad… un Estado judío es un Estado en el cual los valores de Israel, la Torá, el patrimonio judío y los valores de la halachá judía [ley religiosa] son las bases de sus valores.” (‘A State in Emergency’, Ha’aretz, 19 de junio de 2005.)

Por lo tanto, en lugar de exigir que los palestinos reconozcan a Israel como “Estado judío” –agregando “más allá del chutzpah [descaro, N. del T.] el insulto y la injuria– presentamos la sugerencia de que los dirigentes israelíes reconozcan a Israel (propiamente) como un Estado civil, democrático y pluralista en el cual la religión oficial es el judaísmo, y cuya mayoría es judía. Muchos Estados (incluidos los vecinos de Israel Jordania y Egipto, y países como Grecia) tienen su religión oficial como el cristianismo o el Islam (pero otorgan igualdad de derechos civiles a todos los ciudadanos) y no existen motivos por los cuales los judíos israelíes no quisieran que la religión de su Estado sea oficialmente judía. Es una demanda razonable, y podría calmar los temores de los israelíes judíos de convertirse en una minoría en Israel, y al mismo tiempo no provocaría entre los palestinos y árabes el temor de que los somentan a una limpieza étnica en Palestina. La demanda de reconocimiento del judaísmo como religión oficial de Israel, en lugar del reconocimiento de Israel como “Estado judío”, también significaría que Israel siga siendo una democracia.

Sari Nusseibeh es profesor de filosofía en la Universidad Al-Quds en Jerusalén.

Traducido del inglés para Rebelión por Germán Leyens

 

Fuente  :     Rebelion.org

 

 

Otra prueba más para apoyar la circuncisión frente al VIH ( Que no te engañen… )

Se lleva más de una década hablando de la circuncisión como medida potencial para prevenir la infección por el virus del sida y, aunque los datos obtenidos hasta ahora han apoyado su empleo, cualquier nuevo resultado sobre el tema siempre es bienvenido, y sobre todo si se trata de una iniciativa llevada a cabo dentro de una población africana y se ve su efecto en el mundo real. Se trata de un programa que demuestra que esta técnica empleada de forma masiva entre una población masculina logra reducir el número de contagios en más de un 60%.

El estudio, presentado en la reunión de la Sociedad Internacional de Sida (IAS, sus siglas en inglés) que se está celebrando estos días en Roma, analiza la evolución de los contagios tres años después de haber introducido el comienzo de la circuncisión en la ciudad de Orange Farm (a 110.000 adultos) en Sudáfrica. La investigación, que ha sido coordinada por la Agencia Francesa para la Investigación en Sida y Hepatitis Viral ANRS, el Instituto Nacional de Enfermedades Comunicables del Servicio Nacional de Salud y el Instituto Progressus, ambos en Sudáfrica, demuestra por primera vez la eficacia de esta intervención a nivel comunitario.

«El efecto en el mundo real de la inserción de la circuncisión masculina sobre la epidemia de VIH era, hasta ahora, desconocido», explica Bertran Auvert, catedrático de Salud Pública en la Universidad de Versalles y principal investigador del estudio.

«Este estudio demuestra que la circuncisión masculina funciona al reducir la expansión del VIH en una comunidad africana gravemente afectada por la epidemia. La disminución del número de nuevas infecciones entre la población masculina circuncidada salvará vidas y reducirá la necesidad del empleo de terapia antirretroviral. Esta investigación también muestra que la estrategia de la circuncisión debería llegar a ser una de las prioridades de salud en las regiones africanas del sudeste y este del continente y que ahora es necesario un fuerte compromiso político», concluye Auvert.

No obstante, y a pesar de los datos presentados por éste y otro estudio, existen todavía dudas sobre su eficacia entre la población masculina homosexual y en qué medida afectará esta iniciativa a la mujer, ya que, como han venido apuntando algunos especialistas, esta medida podría desplazar al empleo del preservativo en perjuicio de la población femenina.

De cualquier manera, los resultados del estudio son positivos y quizás sirvan para convencer a los gobiernos de otros países para implementar esta estrategia en su población. Ya existen algunas iniciativas en este sentido como el caso de Suazilandia que, con la ayuda económica de Estados Unidos, ha lanzado una campaña para que el 100% de sus habitantes masculinos se realicen la circuncisión. Con esta medida pretenden frenar el avance de la infección en un país con el mayor porcentaje de población afectada por el sida en toda África.

 

Fuente  :  El Mundo

 

PD  :Definición y un poco de historia de la Circuncisión…

 

La circuncisión es la extirpación del prepucio del pene, lo que deja permanentemente al descubierto el glande. Las causas más frecuentes de circuncisión son los motivos religiosos, culturales o médicos. En 2006, según estimaciones de la OMS, el 30% de los hombres del mundo estaba circuncidado.1

Origen de la circuncisión

Circunsición de un adulto hallada en las paredes de las tumbas de Ankhmahor, Sakkara (Saqqarah), Egipto. Es la ilustración más antigua sobre la circuncisión.

La circuncisión se menciona en el siglo V antes de Cristo por Heródoto, que la nombra en el segundo libro de sus Historias y le atribuye su origen a los egipcios. Este origen parece confirmado por los numerosos vestigios arqueológicos, el más antiguo es un grabado de la tumba de Ankhamahor (entre 2300 y 2200 antes de Cristo) que representa una circuncisión practicada con una piedra de sílex en un hombre de pie.

Esta práctica se encuentra extendida en el judaísmo, cuya realización es una práctica obligatoria desde hace más de 3.500 años, cuando el patriarca Abraham fue circuncidado por una orden divina, según los textos bíblicos.

 

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Algunas sorprendentes conclusiones del estudio del Talmud judío

Tras varias semanas investigando la religión judía a fondo, leyendo las más de mil páginas del libro “Judaism discovered” de Michael Hoffman, creo conveniente “vomitar” (es la palabra justa, os lo aseguro) un pequeño resumen de esta sobredosis que me he pegado de religión judía.
La primera es que los rabinos judíos no creen en Dios (lo cual no quiere decir que algunos judíos puedan creen en Dios, ojo, el problema está más arriba). Lo que se demuestra a la luz del estudio del Talmud es que la palabra de los rabinos está por encima de la palabra de Dios.
“Dios conversa con los rabinos y pierde la discusión” o “Dios aprende de los rabinos” son frases que se pueden leer en el Talmud. (Talmud Babilónico Baba Metzia 59b y Acharei rabin le Hatos).
La segunda es que, frente a lo que nos han contado, los religiosos judíos no creen en la Torah (en el Antiguo Testamento). Sólo dedican a su estudio un tercio del tiempo mientras que los otros dos tercios se lo dedican al estudio de las interpretaciones que de la biblia hacen los propios rabinos en el Talmud babilónico, en el Midrash o en la Misnah, entre otros. Libros que colocan en importancia por encima de la palabra de Dios expresada en la Biblia. Los rabinos se ríen de sus propios profetas y llegan a decir que Adán se folló a todos los animales del Edén, que Eva se lo montó con la serpiente o que Caín y Abel se pelearon por ver quien se follaba a su madre, Eva (en otras interpretaciones, Lilith).
Esta es la explicación de porqué la famosa frasecita de Cristo “la vuestra es una religión hecha por hombres, no por Dios” y de que haya tantas alusiones críticas en la Biblia al propio “pueblo de Dios”: los rabinos fariseos se estaban pasando por el forro de los cojones todas las normas morales que los profetas habían dado (y siguen en ello, claro).
Por supuesto, si alguien quiere una prueba de que Cristo existió, el Talmud está repleta de ellas (insultos, claro está), por lo cual, podéis estar seguros de que el Movimiento Zeitgeist y toda la pseudoinformación que trata de hacer desaparecer de la historia al INSUMISO NÚMERO 1 es una creación de aquellos a los que les cantó las cuarenta y a los que estuvo a punto de quitarles su Poder (la usura).
El Talmud reinterpreta a su antojo las palabras de los propios profetas con el único fin de darles carta blanca para hacer lo que les dé, literalmente, la gana. Un judío puede asesinar, extorsionar, robar o hacer cobrar impuestos a un no judío (gentil) con el total beneplácito de su religión.

Es importante recalcar de que una buena parte de los judíos siguen esta religión por las ventajas que ello les supone (puedes hacer lo que te dé la gana en cualquier parte del mundo sin castigo alguno) pero también, por MIEDO. Miedo al castigo de la comunidad (la MAFIA) si revelas alguno de sus secretos y miedo, incluso, a que te maten. Tanto Ariel Sharon como Isaac Rabin pueden dar buena prueba de ello. El primero, víctima de un sortilegio llamado Pulsa Denura, que podéis encontrar en youtube, pues la magia negra es uno de los grandes secretos de los cabalistas.
Esa es la explicación de todo lo que ocurre en el Planeta Tierra. Hay una ley para los gentiles y otra ley para los judíos.
¿Queréis más?
La pederastia está consentida por la religión judía hasta los 9 años porque no se considera que hasta esa edad el niño o la niña tenga conciencia. (Hay una foto por ahí, que no os voy a poner, de cómo los rabinos realizan una felación a los bebés tras el acto de la circuncisión, según ellos, para quitarles la sangre. El nombre de esta práctica es Metzitzah B’peh). Esto aparece en el Talmud Babilónico 11b y Sanedrín 54b.
Bien, a la luz de todo esto, ¿qué es el judaísmo?
Pues si estamos de acuerdo en que no tiene que ver con la raza porque la mayoría son arios (askhenazis), pero también hay semitas (sefarditas) y negros (etíopes), y tampoco con la religión porque anteponen la “sabiduría” de sus rabinos a la palabra de Dios, la mejor forma de definir al judaísmo es como una “comunidad de intereses” como dice Hoffman. Es decir, una serie de gente que antepone los intereses de su propia comunidad a los de la gente que no pertenece a su grupo.
La mejor palabra para definir esto, en un solo vocablo es MAFIA.
PD: Esto es sólo una minúscula parte de lo que he aprendido. El movimiento gay ha sido una creación claramente judía, así como la mentira como forma de vida.
PD2: La única solución para todo aquel que se llame a sí mismo “judío” es abandonar esa denominación, unirse a la Humanidad y aceptar que, hace 2000 años, mandaron asesinar al profeta que llegó para salvarse. Conocido como Jesús de Nazareth.

PD3: Replicad este artículo en vuestros blogs porque lo van a atacar sin misericordia. ESTA ES LA INFORMACIÓN MÁS INCENDIARIA DE LOS APOCALÍPTICOS MOMENTOS QUE VIVIMOS.

 

Fuente  :   Rafapal.com

Benedicto XVI exonera a los judíos de la muerte de Jesús

La reflexión aparece en la segunda parte de «Jesús de Nazaret», que se presenta el 10 de marzo

Benedicto XVI exonera a los judíos de ser los culpables de que Jesús fuera condenado a muerte, en la segunda parte de su libro «Jesús de Nazaret», que saldrá a la venta el próximo 10 de marzo. En el libro, del que ayer el Vaticano adelantó algunos capítulos, el pontífice señala que, cuando en el Evangelio de Mateo se habla de que «todo el pueblo» pidió la crucifixión de Cristo, «no se expresa un hecho histórico».

«¿Cómo habría podido todo el pueblo (judío) estar presente en ese momento para pedir la muerte de Jesús?», se pregunta el Papa, quien reconoce que esa errónea interpretación ha tenido «fatales» consecuencias, en referencia a las continuas acusaciones de deicidio a los judíos durante siglos, que propició su persecución.

Benedicto XVI agrega que la «realidad» histórica aparece más correcta en los evangelios de Juan y Marcos. «Según Juan, fueron simplemente los judíos, pero esa expresión no indica para nada que se tratase del pueblo de Israel como tal y menos que tuviera un carácter racista. Juan era israelita, como Jesús y todos los suyos.

En Juan esa expresión tiene un significado preciso y rigurosamente limitado, se refiere a la aristocracia del templo (de Jerusalén)», escribe el Santo Padre, quien añade que Marcos amplía el cerco de los acusadores a los «ochlos», la masa que apoyaba a Barrabás y que se había movilizado para lograr que fuera amnistiado con motivo de la inminente pascua. «El verdadero grupo de los acusadores son los círculos contemporáneos del templo y la masa que apoyaba a Barrabás», precisa, de manera categórica.

Momentos decisivos

El Concilio Vaticano II (1962-1965), que lanzó a la Iglesia hacia el siglo XXI, promulgó la declaración «Nostra Aetate», con la que los católicos retiraron las acusaciones de deicidio contra los judíos. En el texto, el Papa también señala que Jesús no fue un «revolucionario político» y que su mensaje y su comportamiento no constituyeron un peligro para el dominio romano.

La segunda parte del libro «Jesús de Nazaret» será presentada el próximo 10 de marzo en el Vaticano y está dedicada a la pasión, muerte y resurrección de Cristo, los momentos más decisivos en la vida de Jesús. El volumen está editado por la Librería Editora Vaticana (LEV), que tiene todos los derechos de autor de Benedicto XVI, y saldrá a la venta en siete idiomas, entre ellos español y portugués, informó Efe.

 

Fuente  :  ABC