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¿Es cierto que podremos ver 2 soles en el 2012? – La Nasa : existe un astro “compañero” de nuestro sol
Esta noticia está corriendo como reguero de pólvora, y si al momento de escribir este comentario aún no te has enterado, te aseguro que pronto tu buzón de correo y tu muro de Facebook estarán inundados de mensajes afirmando que en 2012 desde la Tierra veremos dos Soles, uno nuestro conocido Sol, y el otro una explosión Supernova de una estrella llamada Betelgeuse, que supuestamente será nuestro segundo sol, al menos por algunas semanas, similar a los soles gemelos de Tatooine en la película Star Wars. Pero ¿qué tan cierta es esta noticia? Sigue leyendo para saber más.
Las noticias de varios diarios importantes, incluyendo al Huffington Post, dicen que el Dr. Brad Carter, un Conferencista Senior de Física en la Universidad del Sureste de Queensland, en una entrevista para news.com.au que la estrella Betelgeuse en la nebulosa de Orion está perdiendo masa y que la explosión en supernova, decenas de millones de veces más brillante que nuestro Sol, creará un “nuevo sol” que podríamos ver en 2012 durante algunas semanas, convirtiendo las noches en días, y posiblemente creando una estrella neutrónica o incluso un agujero negro a 1300 años luz de la Tierra. Durante estas semanas, dijo Brad Carter, recibiremos una lluvia de partículas llamadas neutrinos que consistirán en el 99% de la energía expedida por la supernova, pero que dichos neutrinos no serán perjudiciales para nosotros, sino al contrario, son benéficos en la creación de materia en el Universo, tales como la creación de elementos pesados, incluyendo oro, plata y uranio.
Y aunque esta nota ya había visto la luz del día el año pasado, parece que otra vez está volviendo a los encabezados, y lo peor, está siendo promocionada por los anunciadores del día final del 2012.
En realidad, la estrella Betelgeuse es una enorme estrella catalogada como supergigante roja, que está en la constelación de Orión a un poco más de 600 años luz de distancia de la Tierra, y tiene una masa alrededor de 20 veces la masa de nuestro Sol. Y efectivamente, cuando a las estrellas de este tamaño se les acaba el combustible, explotan en forma de supernovas.
Pero de acuerdo a Phil Plait, el conocido Bad Astronomer que creó el famoso blog Bad Astronomy y quien ahora escribe para Discovery Magazine, y al astrónomo Ian O’Neill en su análisis titulado Que no cunda el pánico, Betelgeuse no explotará en 2012, la estrella Betelgeuse puede explotar en cualquier momento, desde hoy en la noche o hasta en el año 100,000. No lo sabemos, y anunciar que será el próximo año es simple y llanamente un rumor destartalado obviamente relacionado con el furor que existe sobre el 2012 del Calendario Maya. Eso es todo.
Lo que es peor, los artículos que han salido a la luz afirman que el mismo Dr. Brad Carter dio dicha fecha en el 2012, pero de acuerdo al Phil Plait, el artículo original no dice nada acerca de ninguna fecha, sino que la conexión la hizo el autor del artículo.
La NASA prepara un «escudo» contra la gran tormenta solar ( 2012 )
Un sistema de alerta formado por varias sondas espaciales alertaría del peligro para desconectar las redes de energía
La NASA cree que puede tomar medidas para protegernos de las tormentas solares . Este tipo de evento, durante el cual una lluvia de partículas de alta energía golpea nuestro planeta provocando apagones y todo tipo de disturbios eléctricos, podría ser previsto con el tiempo suficiente como para tomar medidas destinadas a minimizar sus efectos. Un sistema de alerta conformado por la sonda SOHO y las gemelas STEREO de la NASA nos permitiría hacer un modelo 3D del fenómeno y desconectar los sistemas esenciales antes de que resulten afectados.

Las estadísticas demuestran que cada cien años tiene lugar una tormenta solar lo suficientemente potente como para teñir los cielos de la Tierra con impresionantes auroras color rojo sangre. Lamentablemente, este tipo de fenómeno no se limita a producir aterradores espectáculos visuales, sino que afecta el funcionamiento de brújulas y satélites, produce apagones, interfiere con las redes de telecomunicaciones y afecta a casi todos los equipos electrónicos que nuestra civilización utiliza a diario.
Afortunadamente, la mayoría de las tormentas solares no son lo suficientemente grandes como para causar efectos “a lo Hollywood”, pero algunas de ellas podrían meternos realmente en problemas. En 1859, por ejemplo, tuvo lugar el llamado “evento Carrington”, una súper tormenta solar que interrumpió el tráfico telegráfico e incluso incendió algunas de sus oficinas. Si un evento similar tuviese lugar en el mundo actual, las perdidas -económicas y de vidas humanas- serían enormes.
Desconectar a tiempo
Un informe emitido por la Academia Nacional de Ciencias de los Estados Unidos en 2008 advierte de que si una tormenta solar “importante” se produjese en la actualidad, experimentaríamos apagones generalizados de electricidad, e incluso se dañarían muchos de los transformadores principales utilizados en las redes de distribución de energía eléctrica. Para evitar esto, la NASA se encuentra trabajando en un proyecto llamado “Escudo Solar” (“Solar Shield”) , destinado a alertar a las empresas distribuidoras de electricidad sobre la posibilidad de un evento de este tipo con el tiempo suficiente para que realicen la desconexión preventiva de sus sistemas.
Según Antti Pulkkinen, un investigador de la Universidad Católica de América que trabajan en el Goddard Space Flight Center de la NASA, “Solar Shield es un sistema de previsión, nuevo y experimental, aplicado a la red de distribución eléctrica de América del Norte. Creemos que puede ser útil para desconectar a tiempo transformadores específicos a partir de la predicción de cuáles de ellos podrían ser afectados por una tormenta solar.”
La causa del mal funcionamiento de las redes eléctricas durante esos eventos tiene su origen en un efecto conocido como GIC (“Geomagnetically Induced Current”, o “corriente inducida geomagnéticamente”). Cuando la nube de partículas solares generadas durante una tormenta golpea el campo magnético de la Tierra hace que este comience a “temblar”. Estas vibraciones magnéticas inducen corrientes en todas las regiones de la atmósfera, sobrecargando circuitos, interruptores y -en casos extremos- derritiendo las bobinas de los transformadores eléctricos.
Uno de cada cuatro ‘soles’ puede albergar planetas habitables como la Tierra

Cerca del 25% de las estrellas parecidas al sol podrían tener planetas del tamaño de la Tierra. Así lo aseguran los astrónomos Andrew Howard y Geoffrey Marcy. de la Universidad de Berkeley (California) en un trabajo publicado en la revista Science.
Para llegar a esta conclusión Howard y Marcy centraron sus observaciones en 166 estrellas del tipo G (amarillas como el Sol) y del tipo K (enanas rojas), que están a unos 80 años luz de la Tierra.
Hacia allí dirigieron, durante cinco años, el Telescopio Keck de 10 metros de diámetro, instalado en Hawai, con objeto de determinar el número, la masa y la distancia orbital entre los exoplanetas y sus astros. Y detectaron un creciente número de planetas de los llamados super-tierras porque tienen entre tres y 10 masas terrestres.
Sus porcentajes fueron asombrosos: de los otros soles de la Vía Látea, en torno al 1% tiene planetas como Júpiter, un 6% como Neptuno y un 12% supertierras. Según Howard, «si se extrapolan estas cifras a los planetas como la Tierra, podemos predecir que hay un 23% de su tamaño». Es, aseguran, la primera estimación basada en medidas reales sobre supertierras y neptunos. Las anteriores se basaban en datos de exoplanetas mucho mayores como Júpiter y Saturno, por lo que eran menos precisas. «Estas nuevas técnicas van a permitir, en la próxima década, encontrar Tierras sin tener que mirar muy lejos«, afirma el astrónomo americano.
Como sus observaciones se centraron en exoplanetas con un periodo orbital de menos de 50 días, los investigadores creen que el porcentaje de Tierras en una zona más alejada de las estrellas, e incluso quizás habitable, podría ser aún mayor. Sería la distancia adecuada para que hubiera agua líquida.
El estudio de Berkeley contradice los modelos actuales sobre la formación de los planetas, dado que los investigadores los han encontrado en una región donde se predecía que no habría ninguno.
Solamente 22 de las estrellas que observaron tenían planetas perceptibles (33 en total) dentro de esta gama de masas y de distancias orbitales. Según señalan Howard y Marcy, que es un miembro de la misión Kepler de la NASA, en la que también se buscan exoplanetas en 156.000 estrellas, el Kepler podrá detectar «entre 120 y 260 posibles mundos terrestres» en los próximos años orbitando en torno a cerca de 10.0000 estrellas enanas con periodos orbitales de 50 días.
«Ahora hemos hecho una primera estimación y el número de Tierras podría ser de un 12% en lugar de un 23%, pero lo que es seguro es que no será del 1%», asegura Howard. En total, el equipo detectó 45 planetas alrededor de 32 estrellas, si bien 12 de ellos necesitan ser confirmados por otras técnicas adicionales para que la cuenta sea científicamente correcta.
Fuente : El Mundo
El despertar del Sol puede enfriar la Tierra
Investigadores descubren sorprendidos que el período de tranquilidad de nuestra estrella ayudó a aumentar las temperaturas y que su actividad puede provocar lo contrario
Durante los últimos once años, el Sol ha atravesado un periodo de letargo en el que se ha mantenido tranquilo y en calma, una fase que parece haber terminado este año con un despertar virulento de la estrella. Esa larga paz solar, incluso inusualmente excesiva durante 2008 y 2009, ha tenido unos efectos imprevistos sobre el clima y la atmósfera de la Tierra, unas consecuencias que los científicos no preveían. Investigadores del Imperial College de Londres y la Universidad de Colorado sugieren que la disminución de la actividad del Sol, lejos de enfriar el planeta, ha colaborado en su calentamiento. El estudio aparece publicado en el último número de la revista Nature.

NASA
Una erupción solar
La actividad solar transcurre en ciclos de once años. Cuando disminuye, la cantidad total de radiación que llega a la Tierra también es menor, lo que, en un principio, hace pensar que se produce una disminución de la temperaturas. Pero no es así.
Los investigadores analizaron la actividad del Sol durante el período 2004-2007, cuando se encontraba en la parte decreciente del ciclo, con la ayuda de instrumentos de medición del satélite SORCE, que mide la energía del sol en diferentes longitudes de onda.
La Nasa advierte de que una explosión solar podría paralizar la Tierra en 2013
Apagones generalizados, cortes de Internet y colapso de las comunicaciones. Son los resultados que, según la NASA, podría tener en la Tierra la masiva explosión solar prevista para 2013, según publica el diario británico Daily Mail. «Las llamaradas del Sol aumentarían el nivel de las radiaciones y esto haría colapsar las transmisiones satelitales«, informa el medio.
El rotativo cita informes de la NASA que aseguran que la explosión paralizaría el tráfico de aviones y con ellos «el transporte de alimentos y personas, las comunicaciones telefónicas, el caos, al estilo de las películas de Hollywood». «El aumento de la actividad solar podría afectar las redes inteligentes de energía, la navegación GPS, el transporte aéreo, los servicios financieros y de comunicaciones de emergencia de radio», afirma el artículo.
Los técnicos de la NASA creen que prepararse con antelación contribuiría a minimizar los riesgos. «Los satélites se pondrían a buen recaudo y se desconectarían los transformadores para evitar las sobrecargas eléctricas«, según el Daily Mail.
Por este motivo, la NASA ha dispuesto «una docena de satélites para estudiar la amenaza y evaluar las consecuencias«. El secretario británico de Defensa, Liam Fox, ya ha alertado en una rueda de prensa de «la vulnerabilidad de la red de suministro eléctrico, una de las que se verá más afectada».
La explosión solar tendría, según estos estudios, un efecto equivalente a la explosión de 100 bombas de hidrógeno y provocaría con daños 20 veces mayores que los que dejó el huracán Katrina.
Fuente: 20 Mminutos
¿Podemos prevenir la gran tormenta solar de 2012?
Científicos británicos se preparan para predecir con seis horas de antelación una gran catástrofe que llegue del espacio
Un conjunto de luces brillantes iluminan inesperadamente en el cielo. Las bombillas empiezan a parpadear y, después de unos segundos, se apagan indefinidamente. Todo el país se queda a oscuras. No es el único. La situación se repite en todo el mundo. Un año después, nada ha cambiado. Se registran millones de muertos y nuestra civilización parece abocada a su fin. ¿La causa? Una potentísima tormenta solar.
Una potente tormenta solar puede acabar con nuestros sistemas eléctricos y de comunicaciones
Esta descripción parece sacada de una de esas películas de catástrofes con las que de vez en cuando Hollywood sacude las taquillas de los cines, pero, por desgracia, puede lejos de la ficción. Forma parte de un informe publicado hace dos años por la Academia Nacional de Ciencias de los Estados Unidos (NAS) y financiado por la NASA. El estudio advierte de que enormes chorros de plasma procedentes del Sol pueden alcanzar nuestro planeta en 2012 ó 2013, cuando la actividad del astro rey alcance su máximo pico como parte del ciclo solar de once años. No es fácil que esto ocurra, pero es una posibilidad real.
La actual dependencia de la electrónica y de las comunicaciones por satélite supone que una fuerte tormenta espacial podría causar veinte veces más daño económico que el huracán Katrina. Si algo semejante llega a producirse, ¿tenemos alguna opción? ¿hay una oportunidad de salvarnos? Investigadores de la Universidad de Bardford (Reino Unido) creen que sí, siempre que la amenaza no nos pille desprevenidos y dispongamos de una alerta temprana que nos permita tomar medidas. Con este objetivo, trabajan en el desarrollo de un nuevo método para predecir los grandes movimientos del Sol.
Las tormentas solares implican la liberación de enormes cantidades de gas caliente y fuerzas magnéticas hacia el espacio en torno a 1.600.000 kilómetros por hora. Aunque las grandes erupciones solares normalmente tardan varios días en llegar a la Tierra, la catástrofe puede precipitarse, ya que la más grande conocida, registrada en 1859, nos alcanzó en tan sólo dieciocho horas (Bautizada como «El evento Carrington», por el astrónomo británico que lo midió, causó el colapso de las mayores redes mundiales de telégrafos). Las llamaradas solares, que también pueden causar daños, tardan sólo unos pocos minutos.
Un nuevo agujero solar amenaza a la Tierra
Una espectacular imagen del Sol muestra cambios en su corona que pueden ser peligrosos para nuestro planeta
Desde hace unos meses, los científicos vienen advirtiendo de que el Sol ha despertado de un largo letargo y de que se prepara para una fase de intensa actividad jamás conocida hasta la fecha. Estos movimientos solares provocan explosiones que, si llegan al suficiente grado de violencia, pueden dejar frita nuestra red eléctrica y desbaratar los sistemas de comunicaciones y de navegación por satélite.
Ya se han registrado algunas de estas erupciones con una fuerza inusitada, aunque sólo han sido una advertencia. Ahora, una nueva e impresionante imagen del astro rey obtenida por la sonda de la NASA denominada Observatorio de Dinámica Solar (SDO, por siglas en inglés), muestra algo muy poco tranquilizador, un agujero en la corona solar, una zona donde el campo magnético se abre y permite que el viento solar se escape. Este agujero está girando hacia la Tierra, lo que podría producir una tormenta geomagnética que llegue a afectarnos.
NASA
Impresionante imagen de los campos magnéticos del Sol
Esta nueva imagen del Sol fue obtenida el pasado 20 de agosto mediante un instrumento para obtener imágenes heliosísmicas magnéticas (HMI) con el que está equipado la sonda SDO. Las líneas de campo magnético están codificadas por colores: las blancas muestran los campos magnéticos que están cerrados -es decir, que no sueltan viento solar- y las líneas doradas los campos abiertos, aquellos que sí lo dejan escapar.
Para los científicos, la comprensión de este mecanismo resulta muy importante, ya que creen que las tormentas solares están provocadas por los cambios en la estructura y las conexiones de estos campos.
Los agujeros de la corona son vastas regiones menos densas y más frías que las áreas que las rodean. El agujero permite un flujo constante de alta densidad del plasma y se provoca un aumento en la intensidad de los efectos del viento solar en la Tierra cuando un agujero de este tipo de enfrenta a nuestro planeta.
Fuente : ABC